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martes, 13 de enero de 2009

¡Cuidado con lo que piden!

[publicado originalmente en E. Ichikawa]

Waldo Acebo Meireles

He recibido un e-mail firmado por Jadwiga ‘Viga’ Gewert de la “Chopin Foundation of the U.S.” esta fundación radica aquí en Miami, con extensiones en San Francisco y New York, este e-mail tiene como propósito que nos unamos a una solicitud que partió de Quincy Jones y que consiste en pedirle al Presidente Electo que designe un Ministerio de las Artes, textualmente señala:

“Quincy Jones has started a petition to ask President-Elect Obama to appoint a Secretary of the Arts. While many other countries have had Ministers of Art or Culture for centuries, The United States has never created such a position. We in the arts need this and the country needsthe arts—now more than ever.”

Francamente no creo que sea razón suficiente el hecho de que otros países tengan dicho organismo estatal "desde hace siglos", para que los EE.UU. lo cree. Cuba lo tiene y para que hablar del asunto.

Pero como parece que la cosa viene por la rama de la música, lo más probable es que lo que realmente estén buscando en un renacimiento de la vida musical de este país que alcanzó su zenit en los años finales de los 40, inicios de los 60; hasta una cadena nacional de radio se daba el lujo de pagar músicos de primera línea para formar una orquesta dirigida por una celebridad de esos años.

Esta bien, vamos a suponer que el Sr. Barack Obama, crea ese Ministerio y decide nombrar a Wynton Marsalis como Ministro, es una buena selección, Marsalis se mueve con soltura tanto entre los jazzistas como entre los cultivadores de la música clásica, además su ejecutoria en el Lincoln Center es una buena carta de presentación, sin considerar sus esfuerzos para restaurar New Orleans, en resumen en un músico respetado y respetable. Por otra parte Obama equilibra un poco la composición étnica de su gabinete.

Perfecto, el Sr. Marsalis emprende su gestión con entusiasmo y enseguida comenzamos a ver sus frutos, se producen conciertos gratuitos, se amplian las becas para los alumnos de las actuales escuelas de arte, se crean nuevas escuelas y mil otras iniciativas: exposiciones, ediciones populares de literatura, publicación de escritores noveles, etc.

Pero el Ministerio de las Artes que comenzó con una docena de entusiastas de las artes ha ido creciendo así lo ha demandado el desarrollo del trabajo, al cabo de 2-3 años cuenta con varios miles de empleados, no tan entusiastas de las artes, y se han creado infinidad de departamentos, secciones y subsecciones. Por ejemplo de la Subsecretaría de Musica se desprende, entre otras el Departamento de Música Popular y de este a su vez sale la Sección de Musica con Raíces Afro; de aquí la Subsección Rap… las cosas se van complicando, pero por favor no le pidamos al Sr. Ministro que atienda personalmente cada una de las subsecciones de Artes Plásticas, Literatura, Música y demás.

Creamos un monstruo burocrático que ahora empezará a engullirlo todo, a dictar normas y generar circulares e instrucciones y lo peor de todo, comenzara a ejercer la censura, al inicio con mucho tacto, pero finalmente con toda la fuerza que le da el tener un presupuesto estatal de billones que gasta básicamente en sostener el aparato burocrático pero que lo que queda lo reparte entre aquellos que le sean gratos.

Triste visión la mía, de un pesimismo desarmante, estoy de acuerdo, pero no creo que esa sea la vía de elevar la cultura artística de este país. Por tanto no voy a firmar tal solicitud y se acabó.

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