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lunes, 20 de julio de 2009

Un pacto olvidado: Miccosukee-Cuba


Waldo Acebo Meireles

En el mes de julio de 1959, invitados a las festividades por el 26 de julio, una delegación de indios miccosukees arribó a Cuba, sí, esa misma tribu que hoy posee casinos, hoteles, restaurantes y no se cuantas cosas más.

Pero hagamos un poco de historia para poder enmarcar este hecho, bastante singular, en un marco adecuado: Los miccosukees llevaban años luchando por el reconocimiento de sus derechos ante el gobierno de los EE.UU., con el cual, entre paréntesis, aún se encontraban técnicamente en estado de guerra, ya que después de la ‘Guerras Seminolas’, no se había firmado ningún tratado de paz. Sus múltiples gestiones se veían congeladas por la burocracia de Washington, y el Bureau of Indian Affaire no acababa de tomar una decisión definitiva aunque en 1957 se había producido cierto reconocimiento a las demandas de los miccosukees.

En enero de 1959 y bajo la presión de unos de los miembros del consejo, Wallace ‘Mad Bear’Anderson, fue enviado a Cuba un un pliego de reconocimiento de la Nación Miccosukee al gobierno revolucionario recién instaurado. El mismo estaba en una piel de ciervo [buckskin]. Se dice que el reconocimiento miccosukee se produjo horas antes de el de Washington.

Al parecer esto motivó la invitación hecha a los miccosukees para participar en el primer 26 de julio celebrado en La Habana a donde también fueron invitados, además de los campesinos que inundaron La Habana, a decenas de figuras de América Latina, como Salvador Allende, la hija de Jorge Eliecer Gaitán, Lázaro Cárdenas, Paz Estenssoro, Juan José Arévalo y otros.

La decisión de aceptar la invitación del gobierno cubano no fue fácil, pero influyeron, los rumores de que Cuba iba a apoyar las demandas de la Nación Iroquesa en las Naciones Unidas, las opiniones del abogado Morton Silver, sobre el cual recayeron posteriormente sospechas de ser un simpatizante comunista, y en especial el firme criterio de Buffalo Tigre de que esa visita podría ser de beneficio a la causa miccosukee.

La delegación de los miccosukee estuvo integrada por once miembros de la tribu más Silver y Bob Reno, hermano de Janet, quien fungió como una especie de corresponsal publicando en el Herald un artículo bajo el título “Seminoles Win Cuban Approval” donde describe las conversaciones de los miccosukee con Fidel Castro.

La delegación permaneció entre 3-4 días en Cuba al parecer no aceptando la extensión de una semana más que propuso Castro. Participaron en el acto del 26 de julio como invitados, la foto que aparece más arriba nos indica que estaban en el frente de la Biblioteca Nacional.

La reacción de la prensa en EE.UU, no se hizo esperar, el 29 de julio el Miami Herald criticó con fuerza la jugada de los miccosukee considerandola un truco de un grupo mal aconsejado que ha abochornado a miles de seminolas.

El 4 de agosto aparecieron las declaraciones de Mike Osceola distanciando a los seminolas de la acción de los miccosukees y declarando que ese grupo no los representaban a ellos.

Según Buffalo Tigre, en una declaraciones hechas en 1986, la reacción de Washigton tampoco se demoró:

“When Castro took over Cuba, he wanted us to come over as his guests. We went and were treated ok. When we got back the United States said “ok, don’t go back. Promise you wont, and you will be Miccosukees” “We needed our own power and we had to go to Cuba to get it”

Buffalo Tigre evaluó el viaje a Cuba como un elemento básico en la obtención de los acuerdos que beneficiaron a los miccosukees, en una entrevista efectuada en diciembre de 1997, y publicada en el Miami Herald del 1 de enero del 2000, él ratificó ese criterio:

"...The government wanted to pay us money to shut up. We wanted land set aside for us and to be left alone. No one in Washington would listen to us. So when [Fidel] Castro took over [in 1959], I went over there and smoked some cigars with him and Che Guevara and I asked them: 'Do you recognize the Miccosukee Tribe?' Castro said he did. He said that if the United States would not give us a place to live, we were welcome to go over there and he would make room for us. When we got back, there were all kinds of phone calls from Washington. The government started dealing with us seriously then.''

La conexión Miccosuke-Habana evidentemente favoreció la causa de los indios, los resultados están a la vista, y por suerte para ellos no tuvieron que irse para Cuba, pueden celebrar el 50 aniversario tranquilos.

2 comentarios:

  1. ME PARECIO INTERESANTE, EVIDENTEMENTE LOS INDIOS, VERDADEROS DUEñOS DE TODAS ESTAS TIERRAS QUE HOY OCUPAMOS, VIERON UNA FORMA DE HACER SENTIR SU PRESENCIA A NIVEL INTERNACIONAL CUANDO ACEPTARON ESA INVITACION, ADEMAS, QUIEN PUDO CUESTIONARLES O CRITICARLES A ELLOS SU ACEPTACION DE ESA INVITACION A CUBA, ADEMAS DE CONDENARLOS CON EL TITULO DE SIMPATIZANTES DEL COMUNISMO, SI LOS QUE VIVIAN EN AQUEL MOMENTO EN LA ISLA (ESTAMOS HABLANDO DE 1959, POR FAVOR!) MANTENIAN UNA FOTO DE LOS LIDERES DE LA REVOLUCION EN LAS PAREDES Y PUERTAS DE SUS VIVIENDAS Y LAS ABRIAN DE PAR EN PAR (LAS PUERTAS) PARA DECIR MUY FELICES, "FIDEL ESTA ES TU CASA"...

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  2. muy interesantes pero no veo la necesidad aunque sea en aquella epoca de ir a cuba solo lo veo como una forma de apoyo por parte del gobierno cubano que acababa de entrar en una revolucion y los indios se sentian fuertes al visitarlos

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