Las orientaciones para Obama

                                                                                 

Waldo Acebo Meireles

Además de hacer un par de advertencias al Presidente de los EE.UU., como aquello de que:

“No sería ético, justo ni aceptable que se pidiera a Cuba nada a cambio. Si estos problemas no se resuelven, este acercamiento diplomático entre Cuba y Estados Unidos no tendría sentido.”

O que:

“Las contrapartes estadounidenses no deberían proponerse relacionarse con la sociedad cubana como si en Cuba no hubiera un gobierno soberano”

Raul Castro se dignó, ela reunión del CELAC, a darle a Obama algunas orientaciones de cómo gobernar y pasar por arriba del Congreso como si este tuviese las facultades omnímodas que los Castros disfrutan, por ejemplo eliminar el bloqueo y/o eliminar las restricciones que fueron excluidas en cuanto a las telecomunicaciones.

Si el Presidente de los EE. UU. hubiese hecho algo similar hacia el desgobierno cubano lo hubiesen acusado de injerencismo en los asuntos internos, de intromisión en la política soberana del país y demás elementos de la retórica acostumbrada.

Supongo que entre las orientaciones, estaban implícitas, la de la devolución de la Base de Guantanamo tema recurrente en la discordia secular entre Cuba y EE.UU. que Obama, en su campaña para la Presidencia prometió, por lo menos, desalojarla de talibanes y otros terroristas.

La base naval de Guantanamo, hoy por hoy, carece de interés estratégico, fue de interés cuando era una carbonera en aquella lejana época en que el carbón era el combustible de los barcos, hoy en día es la energía nuclear o el petróleo, en realidad es una costosa instalación que no le resuelve a los EE.UU. ningún problema, sino fuese un almacén de terroristas.

Por otra parte su devolución permitiría que uno de los deseos de Alex Castro, el hijo del Castro mayor,  y que expresara en una inaudita entrevista hace un par de días, se satisficiese: tener un Mcdonalds en territorio cubano; lo de la fábrica de CocaCola quizás demore un poco más.

De cualquier forma, con Mcdonalds o sin Mcdonalds, lo que realmente le preocupa a los Castro es la influencia que los EE.UU. pueden ejercer sobre el pueblo cubano y eso es lo que van a tratar de evitar por todos los medios, por tanto no sería insólito esperar un incremento de la represión de la oposición y sus manifestaciones y de las campañas nacionalistas, tendrán que buscar algo nuevo ya que ya no tienen a los ‘cinco héroes’