Waldo Acebo Meireles
En esta ocasión es un artículo de Marifeli Pérez-Stable la cual toma los datos de Diálogo Interamericano, La condición cubana: migración, remesas y su diáspora, de Manuel Orozco y por suerte ofrece un link que permite bajar un pdf de ese trabajo.
Pasemos por alto el artículo de Pérez-Stable que tomó acríticamente conclusiones como la de que el 36% de los receptores de remesas en Cuba ahorran de la misma un promedio de $500 [US] anualmente. Es evidente que aceptar esa cifra es estar desconectado de la realidad cubana, donde la población vive al día y es difícil de imaginar que tan alto porcentaje de recipientes puedan ahorrar semejante cifra.
Pero veamos la fuente primaria, este documento de 21 páginas es el resumen de la encuesta a 500 personas [300 en USA y 200 en Cuba].
En un artículo anterior decidí suponer que las encuestas, la determinación de la muestra, el procesamiento etc., seguramente se ajustaban al mayor rigor científico y sin ninguna posibilidad de sesgo estadístico. Ahora con los resultados a la vista tengo que desdecirme y señalar que el sesgo estadístico es evidente cuando, por mencionar un elemento, entre las 7 ciudades que reciben mayor cantidad de remesas se encuentran: Jibacoa; Santa Lucía y El Salado [pag.14] O no saben que esas poblaciones no tienen peso demográfico, o ni tan siquiera saben que son unas pequeñas poblaciones costeras.
Otro elemento que denota incongruencia es el de las cifras de remitencias según los receptores es de $467 millones y de acuerdo a los remitentes es de $623 millones lo cual representa una falta de correspondencia de un 25%. Era de esperar que estas dos cifras no coincidieran, pero deberían expresar un nivel de aproximación mucho mayor. [Tabla 10 pag.7].
Existen otros elementos en los datos suministrados que inducen a dudar de los resultados, pero queremos detenernos en el asunto del “ahorro” mencionado más arriba: En la pag.10 se señala que el 36% de los receptores ahorran un promedio de $500 [US] anualmente.
De aceptar estos datos tendríamos que aproximadamente $16 millones son ahorrados anualmente por unos 3 millones de personas, pero la cosa no queda ahí ya que en la pag.18 esa cifra se eleva a un promedio de $940.41, por tanto prácticamente se duplica el promedio de ahorro, y por tanto el total ahorrado. Para destacar aún más lo absurdo de estas cifras anotemos que en la pag.19 aparece que los receptores reciben un promedio de $130, 8 veces al año, por tanto reciben $1090 anualmente, entonces ¿cómo pueden ahorrar $940?
En un trabajo anterior yo llegué a la conclusión de que en Cuba se estaba dando un proceso de atesoramiento mi suposición se basaba en la incapacidad del mercado estatal de colectar todo el dinero recibido del extranjero por lo ciudadanos, pero esta suposición partía de que el dinero al circular en mercados alternativos, eufemismo por ‘bolsa negra’, lentamente se acumulaba en pocas manos y claro está no en el 36% de los receptores, lo cual en mi opinión es irreal.
Otra de las irrealidades con relación a ese ahorro es que el 34% de los encuestados que ahorran, [estamos hablando de un millón de personas aproximadamente al traspolar los datos] respondieron que ahorran para iniciar un negocio, esos encuestados en que país viven, de que negocio están hablando. No, esos no pueden ser cubanos viviendo en Cuba.
En esta ocasión es un artículo de Marifeli Pérez-Stable la cual toma los datos de Diálogo Interamericano, La condición cubana: migración, remesas y su diáspora, de Manuel Orozco y por suerte ofrece un link que permite bajar un pdf de ese trabajo.
Pasemos por alto el artículo de Pérez-Stable que tomó acríticamente conclusiones como la de que el 36% de los receptores de remesas en Cuba ahorran de la misma un promedio de $500 [US] anualmente. Es evidente que aceptar esa cifra es estar desconectado de la realidad cubana, donde la población vive al día y es difícil de imaginar que tan alto porcentaje de recipientes puedan ahorrar semejante cifra.
Pero veamos la fuente primaria, este documento de 21 páginas es el resumen de la encuesta a 500 personas [300 en USA y 200 en Cuba].
En un artículo anterior decidí suponer que las encuestas, la determinación de la muestra, el procesamiento etc., seguramente se ajustaban al mayor rigor científico y sin ninguna posibilidad de sesgo estadístico. Ahora con los resultados a la vista tengo que desdecirme y señalar que el sesgo estadístico es evidente cuando, por mencionar un elemento, entre las 7 ciudades que reciben mayor cantidad de remesas se encuentran: Jibacoa; Santa Lucía y El Salado [pag.14] O no saben que esas poblaciones no tienen peso demográfico, o ni tan siquiera saben que son unas pequeñas poblaciones costeras.
Otro elemento que denota incongruencia es el de las cifras de remitencias según los receptores es de $467 millones y de acuerdo a los remitentes es de $623 millones lo cual representa una falta de correspondencia de un 25%. Era de esperar que estas dos cifras no coincidieran, pero deberían expresar un nivel de aproximación mucho mayor. [Tabla 10 pag.7].
Existen otros elementos en los datos suministrados que inducen a dudar de los resultados, pero queremos detenernos en el asunto del “ahorro” mencionado más arriba: En la pag.10 se señala que el 36% de los receptores ahorran un promedio de $500 [US] anualmente.
De aceptar estos datos tendríamos que aproximadamente $16 millones son ahorrados anualmente por unos 3 millones de personas, pero la cosa no queda ahí ya que en la pag.18 esa cifra se eleva a un promedio de $940.41, por tanto prácticamente se duplica el promedio de ahorro, y por tanto el total ahorrado. Para destacar aún más lo absurdo de estas cifras anotemos que en la pag.19 aparece que los receptores reciben un promedio de $130, 8 veces al año, por tanto reciben $1090 anualmente, entonces ¿cómo pueden ahorrar $940?
En un trabajo anterior yo llegué a la conclusión de que en Cuba se estaba dando un proceso de atesoramiento mi suposición se basaba en la incapacidad del mercado estatal de colectar todo el dinero recibido del extranjero por lo ciudadanos, pero esta suposición partía de que el dinero al circular en mercados alternativos, eufemismo por ‘bolsa negra’, lentamente se acumulaba en pocas manos y claro está no en el 36% de los receptores, lo cual en mi opinión es irreal.
Otra de las irrealidades con relación a ese ahorro es que el 34% de los encuestados que ahorran, [estamos hablando de un millón de personas aproximadamente al traspolar los datos] respondieron que ahorran para iniciar un negocio, esos encuestados en que país viven, de que negocio están hablando. No, esos no pueden ser cubanos viviendo en Cuba.
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