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martes, 23 de diciembre de 2014

La diplomacia del espermatozoide.


                                                                                
Waldo Acebo Meireles

Todos recordamos aquella ‘diplomacia del ping-pong’ que llevó, durante el gobierno del republicano Richard Nixon, a que en 1972 se reanudaran las relaciones entre EE. UU.  y la China comunista. Ahora se ha sabido que desde hace, aproximadamente unos 8 meses entre EE.UU. y la Cuba comunista había comenzado la ‘diplomacia del espermatozoide’, la inefable ocurrencia que le permitió a un espía condenado a dos sentencias de por vida a procrear por control remoto.

Ahora sale a relucir semejante evento de conjunciones internacionales entre EE. UU.-Panamá-Cuba triangulo necesario para que una esposa con prohibición de entrar a EE. UU. por su acciones en suelo americano, pudiese recibir la semilla germinadora de su esposo condenado a no poder salir de EE. UU., también ahora resulta que tamaño acuerdo estuvo motivado en la búsqueda de una mejoría de las condiciones de la prisión de Alan Gross, o por lo menos algo parecido se ha insinuado.

Es decir cambiamos un proyecto de embrión de espía por no sabemos que mejoras para el chivo expiatorio de Alan Gross, que por cierto lucía bastante deteriorado a su salida de prisión y los acuerdos no mejoraron su dentadura casi totalmente perdida. ¡Qué evidente comparación con lo gordito, rosaditos y rozagantes de los tres espías liberados! Qué diferencia entre la ergástula criolla y las prisiones federales con sus aires acondicionados, comidas balanceadas, áreas de ejercicios y otras ventajas de las prisiones imperiales.

 Pienso que con este goteo de información acerca de los vericuetos de los entendimientos entre los eternos rivales, jamás sabremos exactamente cómo, cuándo y dónde ocurrieron todos eso complejos procedimiento que llevan a una inseminación artificial exitosa, pero lo que si podemos saber es por lo menos cuánto costó tan afanoso proceso: De acuerdo con WinFertlity el costo de este procedimiento en condiciones ideales y normales es de $30 mil dólares, a ello habría que agregarle que no fue un procedimiento normal y típico sino uno que implicaba entrada a una prisión federal [en condiciones de anonimato y secreto] de personal técnico especializado, ¿cubanos, americanos? extracción del semen, congelación en los dispositivos ad hoc, traslado a un aeropuerto  y de allí a Panamá, [¿en un vuelo especial?] donde estaba en la espera la futura madre.

Es todo un episodio rocambolesco escapado de una novela de  Frederick Forsyth, que ha tenido que sufragar el pueblo cubano en cuanto a costos políticos y éticos y seguramente los costos monetario fueron financiados por el simple contribuyente americano, de dónde salieron esos fondos, de la CIA y sus fondos para operaciones secretas o directamente de los del Departamento de Estado, o quizás de los fondos de la Presidencia para su diplomacia encubierta con el oprobioso régimen cubano. Qui lo sa.

 

sábado, 20 de diciembre de 2014

Una respuesta cómplice.


 
Waldo Acebo Meireles

 
El amigo Ichikawa aborda un tema de mi interés en su artículo ¿Y por qué tendrían los jóvenes que estar motivados para estudiar Historia de Cuba?, la respuesta corta es que no tienen razón alguna para estar motivado por la Historia en general y menos aún por la de Cuba en particular.

 
Para ser sinceros, la Historia como asignatura, nunca fue de las más gratas, los métodos de su enseñanza no contribuían a ello, aunque algunos maestros lograban despertar el interés de sus alumnos usando lo más novedoso de las técnicas de enseñanza, a ello me he referido con anterioridad. Confieso que yo mismo que he enseñado, estudiado e investigado temas de Historia, en mis años juveniles tampoco fui un "fan" de la misma.

 Pero lo que vino después fue algo peor, cuando se estableció, o pretendió establecer, un vínculo indestructible entre patria-historia-revolución-socialismo-máximo líder. Ese vínculo fue fatal, y las clases de Historia pasaron a ser "teques" y generalmente malos "teques", como si los hubiese buenos. Las consecuencias no han podido ser más terribles, en el plano emocional: un profundo rechazo a la Historia, con esas relaciones obligadas; en el plano cognitivo a sandeces como la de Martí asaltando el Moncada [sic].

 Que la enseñanza de la Historia y muy en particular la de Cuba es un desastre no requiere mucho análisis, es el descubrimiento del agua tibia. Sin embargo de vez en cuando a alguien se le ocurre comprobarlo para encontrar que los profesores de Historia en la enseñanza media, en una gran proporción eran incapaces de mencionar tres historiadores cubanos; u ordenar cronológicamente diferentes hitos históricos.

Resultados como estos no solo hablan muy mal de la enseñanza de la Historia, sino de la formación de esos profesores, es decir que dejan al desnudo los serios problemas que enfrentara el ‘después’ desde la primaria hasta, necesariamente, la Universidad.

Qué se puede esperar de un sistema que pretende formar a sus profesores, en los Institutos Pedagógicos, a partir de ideas rectoras como las siguientes, las mismas están tomadas del currículo para la formación de los profesores de Ciencias Humanísticas:
-Sólida preparación política e ideológica basado en los principios de la

ideología de la Revolución Cubana: Martiana, Marxista y Fidelista
-Portadores de los valores humanos y revolucionarios que requiere nuestra
sociedad.
-Poseedores de una cultura general integral con base humanista, que les
permitan tomar decisiones sobre su vida política en correspondencia con las
necesidades sociales del país y propicien su propio desarrollo humano.
 
Es el mismo esquema, el mismo dogma que viene aplicándose desde el inicio, que no ha dado resultados pero que se continúa aplicando sin tomar en cuenta las experiencias acumuladas, los resultados reales.
 

Hasta finales de la década del 50 [y en esa lejana época fue mi primer encuentro con la Historia como asignatura] la enseñanza de la Historia no rebasó el nivel anecdótico, carente de serios análisis factuales y en general de una búsqueda de determinaciones causales. El carácter memorístico de la enseñanza de la Historia, por decir lo menos, era medieval y a contrapelo de las ideas de la escuela moderna, del pensamiento pedagógico cubano de esa época.

Sin embargo esas debilidades eran, salvadas por maestros y profesores que ‘ad libitum’ incorporaban sus experiencias y aplicaban sus voluntades renovadoras en sus clases. Feliz época en que los programas aún no eran “un documento estatal de obligatorio cumplimiento”. Ello le permitía a Hortensia Pichardo aplicar técnicas investigativas en sus clases en el Instituto de la Víbora, o a Portuondo, en el mismo centro de educación, no limitarse a sus brillantes narraciones sino propiciar intercambios de opiniones sobre personajes y acontecimientos. Líneas del tiempo, mapas de historia, documentos, y otros elementos esenciales, eran utilizados por ese entonces en las clases por aquellos maestros
y profesores inmersos en la cultura pedagógica cubana, existía un potencial en camino de materializarse en una enseñanza moderna de la Historia.

Pero todo ello se frustró con la llegada de ese proceso destructivo que conocemos como  ‘la revolución cubana’ y la inserción de corrientes pedagógicas lejanas, ajenas e inadecuadas.

En los años 90 se produjo un intento, en el que participé activamente, en tratar de sacar la enseñanza de la Historia del estancamiento en que se encontraba, reincorporando el pensamiento pedagógico nacional en particular la asociación de la ‘historias locales’ idea que tenían sus raíces en el pensamiento pedagógico de Ramiro Guerra. Evidentemente aquellas buenas intenciones se resolvieron con la declaración del metodólogo Baracaldo de que:

 “La desmotivación de los jóvenes por la historia nacional y local amenaza raíces y porvenires”.

 Difícil es predecir el futuro de la enseñanza de la Historia en Cuba, aun cuando desaparezca el régimen que hoy padece, el desenraizar este medio siglo de errores y barbaridades será una tarea, por decir lo menos, titánicas.

 

 

Los 15 puntos inaceptables.



Waldo Acebo Meireles
 
En el día de ayer se inició un nuevo capítulo de la beligerancia entre los gobiernos de EE.UU. y el mal gobierno de Cuba. Este nuevo capítulo tiene su primera nota diplomática [recuerden los años 60] en el Comunicado de la Casa Blanca en el que se señalan cuestiones inaceptables por el desgobierno cubano, repasémoslas:
  1. nuestro perdurable objetivo de promover el surgimiento de una Cuba estable, próspera y democrática.
  2. el uso de toda una gama de medidas que Estados Unidos puede utilizar para promover un cambio positivo en Cuba.
  3. es mejor fomentar y respaldar las reformas que imponer políticas que convierten a los países en estados fallidos.
  4. hacemos un llamamiento a Cuba para que desencadene el potencial de 11 millones de cubanos poniendo punto final a las innecesarias restricciones impuestas en sus actividades políticas, sociales y económicas.
  5. el Presidente Obama ha tomado medidas dirigidas a apoyar la capacidad del pueblo cubano de tener mayor control sobre sus propias vidas y determinar el porvenir de su país.
  6. promover de manera más eficaz la implantación de cambios en Cuba, dentro de un marco acorde con el apoyo de EE. UU. al pueblo cubano
  7. un apoyo continuo y sólido que perseguirá la mejora de las condiciones en materia de derechos humanos y la implementación de reformas democráticas en Cuba
  8. seguir mejorando el intercambio de información entre los cubanos y el flujo de información hacia y desde la isla.
  9. que los ciudadanos cubanos tengan acceso a ciertos bienes con precios más bajos para así mejorar su nivel de vida y obtener una mayor independencia económica del estado.
  10. Inicio de nuevos esfuerzos para incrementar el acceso de Cuba a las comunicaciones y su capacidad para comunicarse de manera libre
  11. exportación comercial de ciertos artículos que contribuirán a la capacidad de los cubanos para comunicarse con personas en Estados Unidos y el resto del mundo.
  12. Se debe permitir que la sociedad civil cubana participe junto con las sociedades civiles de otros países que participan en la cumbre, en consonancia con los compromisos de la región conforme a la Carta Democrática Interamericana.
  13. un apoyo fuerte de los Estados Unidos para que haya mejores condiciones de derechos humanos y reformas democráticas en Cuba. La promoción de la democracia apoya a los derechos humanos universales al empoderar a la sociedad civil y el derecho de las personas de hablar libremente, reunirse y asociarse de manera pacífica y al apoyar la capacidad de la gente para determinar su futuro de forma libre. Nuestros esfuerzos se enfocan en promocionar la independencia de los cubanos para que no tengan que depender del estado cubano.
  14. El congreso de EE. UU. financia la programación de la democracia en Cuba para proporcionar asistencia humanitaria, promocionar derechos humanos y libertades fundamentales y apoyar la libre circulación de información en lugares en donde está restringida y censurada. La administración continuará implementando programas de EE. UU. enfocados en promover el cambio positivo en Cuba
  15. apoyar tanto de manera pública como privada un mayor respeto por los derechos humanos y libertades fundamentales en Cuba.
 Los reclamos de respeto a la soberanía y la independencia de Cuba ya empezaron a sonar, Raul Castro en su información al pueblo cubano dejó sentado que:
 
  • sostener con el gobierno de los Estados Unidos un diálogo respetuoso, basado en la igualdad soberana, para tratar los más diversos temas de forma recíproca, sin menoscabo a la independencia nacional y la autodeterminación de nuestro pueblo.
  • sin renunciar a uno solo de nuestros principios.
  • fiel a nuestros ideales de independencia y justicia social.
  • actualización de nuestro modelo económico para construir un socialismo próspero e sostenible.
  • tenemos profundas diferencias, fundamentalmente en materia de soberanía nacional, democracia, derechos humanos y política exterior
Las acusaciones de intromisión en los asuntos interno del pueblo cubano, de agresión imperialista, etc., serán repetidas a lo largo de este nuevo capítulo de la beligerancia entre los dos gobiernos.
 
Pero lo más importante, en mi criterio,  es que la disposición del desgobierno cubano a el dialogo no está dirigida a su propio pueblo, al cual mayestáticamente ignora, sino a su eterno enemigo, al parecer con el pueblo no hay nada que dialogar.